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Tratamiento de la Artrosis con Terapias Biológicas

Hablemos del tratamiento de la artrosis con terapias biológicas.

La técnica ideal para reparar las lesiones del cartílago, que predisponen a la aparición de artrosis, debería llevarse a cabo con un solo procedimiento quirúrgico obteniendo células mesenquimales pluripotenciales, extraídas de la sangre u otros tejidos del propio paciente, y aplicándolos localmente o a través de técnicas que estimulen la regeneración celular del hueso subcondral y eviten la rotura del tejido y la apoptosis o muerte celular.

Los factores de crecimiento pueden producir un estímulo para la producción de condrocitos o la estimulación de los proteoglicanos articulares que al saturarse de agua, confieren al cartílago la capacidad de resistir la compresión y distribuir homogéneamente las cargas dentro de la articulación. Sin embargo, la vida media de estos factores de crecimiento es corta, limitando su uso a la inyección intraarticular. La función de los factores de crecimiento no sólo es la de estimular la proliferación celular mediante la regulación del ciclo celular iniciando la mitosis, sino también el mantener la supervivencia celular, estimular la migración celular y la diferenciación celular.

Hay estudios en los que se aprecia una mejoría de la sintomatología de los pacientes artrósicos de rodilla de alrededor del 65% sólo en los dos primeros meses de tratamiento con un compuesto basado en plasma rico en factores de crecimiento. Estudios recientes randomizados señalan su superioridad frente a otras terapias, como el ácido hialurónico.

Célula madre o “stem cell” hace referencia a una célula progenitora, autorrenovable, capaz de regenerar uno o más tipos celulares diferenciados.
El interés en las células madre radica a las dificultades existentes para regenerar ciertos tejidos, como el cartílago. El cultivo de condrocitos es un procedimiento caro, lento y con dificultades de aplicación. Por su capacidad de diferenciarse en muchas y diferentes líneas celulares como en mioblastos (células del músculo), osteblastos y condrocitos (células del hueso y del cartílago) estas células podrían ser la solución.
En los animales superiores, las células madre se han clasificado en dos grupos.
Por un lado, las células madre embrionarias (Embrionic stem cells o EScells). Estas células derivan de la masa celular interna del embrión en estadio de blastocisto (7-14 días), y son capaces de generar TODOS los diferentes tipos celulares del cuerpo, por ello se llaman células pluripotenciales. De estas células se derivaran, tras muchas divisiones celulares, el otro tipo de células, la células madre órgano-específicas o células madre adultas o células mesenquimales. Estas células son multipotenciales, es decir, son capaces de originar las células de un órgano concreto en el embrión o en el adulto.

Las células mesenquimales o células madre adultas provienen del propio donante y se obtienen mediante la punción aspiración de médula ósea, pero también de otros tejidos.

Inicialmente se postuló que dichas células se encontraban únicamente en el hueso esponjoso, pero se ha visto que también se pueden obtener de la grasa, del cordón umbilical, de la piel y de la propia sangre.

Las ventajas del tratamiento de la artrosis con terapias biológicas es que se realiza con células autólogas (del propio paciente) sin posibilidad de rechazo; otra ventaja es que la producción celular puede llegar a billones de ellas. Lo ideal es extraerlas, cultivarlas y sembrarlas en una matriz transportadora ideal bajo condiciones de hipoxia y presiones hidrostáticas determinadas, junto a agentes que enriquezcan dichos cultivos como factores de crecimiento para que se diferencien hacia condrocitos.

VÍDEO: ¿QUÉ ES LA ARTROSIS?

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Tratamiento con Células Madre como Terapia Biológica, de la Artrosis.

El ejemplo más claro de células madre organo-específicas, es el de las células de la médula ósea, que son capaces de generar todos los tipos celulares de la sangre y del sistema inmune. Pero estas células madre existen en muchos más órganos del cuerpo humano, y podemos encontrar en la literatura científica como ya se han aislado células madre de adulto de la piel, grasa subcutánea, músculo cardíaco y esquelético, cerebro, retina, pancreas… A día de hoy, se han conseguido cultivar (multiplicar) estas células tanto en in-vitro (en el laboratorio), como in-vivo (en un modelo animal) utilizándolas para la reparación de tejidos dañados.

A pesar de todo, la aplicación de estas técnicas de trasferencia de células madre de adulto para el recambio y reparación de tejidos enfermos está todavía en fase experimental.

Hasta ahora ha existido la creencia generalizada de que estas células madre órgano específicas, están limitadas para generar sólo células especializadas y diferenciadas del tejido donde residen, es decir, han perdido la capacidad de dar lugar a otras estirpes celulares de cuerpo: son células multipotenciales.
Sin embargo la reciente publicación de múltiples estudios ha hecho cambiar esta visión de las células madre órgano-específicas, haciendo evidente que células madre adultas procedentes de cualquier tejido pueden diferenciarse a células y tejidos de otras localizaciones y estirpes distintas.

Estos experimentos han comprobado que, entre las terapias biológicas, las células madre adultas para el tratamiento de la artrosis, cultivadas y sometidas a ambientes humorales distintos a los habituales, pueden reprogramarse (lo que se conoce como transdiferenciarse), y dar lugar a otros tipos celulares que hasta ahora se pensaba que eran incapaces de generar. Es decir, ya no serían multipotenciales, si no pluripotenciales. Si esto es así, se podría decir que no existe una diferencia esencial entre la célula madre embrionarias y las de adulto.

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